Toluca, Edomex., viernes 27 de junio de 2025.– En un hangar del Valle de Toluca, nueve perros entrenan diariamente como parte del Grupo Canino de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM). Estos ejemplares forman parte activa en operativos ministeriales de localización de narcóticos, armas, restos humanos y personas con vida, y lo hacen con una precisión quirúrgica que responde a meses de entrenamiento especializado.
El trabajo con los canes comienza desde el juego: una pelota impregnada con el olor de una sustancia objetivo marca el inicio del adiestramiento. A partir de ahí, se construye un vínculo que evoluciona en estrategia táctica. El entrenamiento abarca obediencia, equilibrio emocional, reacción bajo presión y la capacidad de continuar operando incluso si su manejador es neutralizado. Cada perro debe estar preparado para ser conducido por otro integrante del equipo en caso de emergencia.
Los ejercicios diarios reproducen escenarios reales. Los perros aprenden a detectar droga oculta en defensas de automóviles, a ingresar a viviendas marcadas como casas de seguridad y a participar en simulacros de traslado de personas en riesgo, donde permanecen atentos dentro de un segundo vehículo y, ante una amenaza, actúan con rapidez y precisión para neutralizar al agresor. Todo se realiza entre ruido, humo, movimiento y tensión, sin dejar margen a la improvisación.
El grupo operativo está integrado por perros como pastor belga malinois, alemán, holandés y cane corso, seleccionados por su carácter firme, resistencia al estrés y disposición al trabajo conjunto. Ocho de ellos fueron adquiridos por la Fiscalía y uno más llegó como donación. El entrenamiento formal dura de seis a ocho meses y escala desde rutinas básicas hasta maniobras complejas en situaciones de riesgo.
Actualmente, seis ejemplares –Alpha, Choco, Hércules, Dogo, Furia y Grande– ya participan en operativos reales. En uno de los despliegues, uno de los perros localizó restos humanos en un terreno amplio, lo que permitió recuperar evidencias clave para el avance de una investigación. Su eficacia ya no se mide en ladridos, sino en resultados concretos.
La meta es consolidar, en los próximos ocho meses, una unidad táctica-operativa de binomios caninos especializada en ingreso, protección, contención y resguardo de personas en tránsito. Con ello, la Fiscalía busca fortalecer sus despliegues y sumar una herramienta viva, disciplinada y estratégica a las tareas de seguridad pública. Estos perros no son escoltas decorativos ni piezas de exhibición: son agentes entrenados para detectar, intervenir y proteger justo cuando más se necesita.
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