julio 26, 2025

México responde al nuevo arancel de Trump con posible acción comercial

Sheinbaum anuncia posibles medidas para proteger la industria del acero y aluminio

San Luis Potosí, Jueves 5 de junio de 2025.- El aumento al 50% del arancel sobre las exportaciones mexicanas de acero y aluminio hacia Estados Unidos marcó un cambio de tono en la postura del gobierno de México. Hasta ahora, el país mantenía un trato preferencial con una tarifa del 25%, pero la reciente medida del expresidente Donald Trump ha generado inquietud en el entorno económico y político bilateral.

La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su desacuerdo con el nuevo impuesto, al que consideró sin fundamento legal y perjudicial para ambas economías. Según explicó, la industria del acero depende del tránsito constante de materiales a través de la frontera, similar al caso de las autopartes, lo que dificulta la separación comercial entre ambos países.

Ante este panorama, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajará a Washington para solicitar la exclusión de México de la medida. Mientras tanto, el gobierno analiza posibles respuestas, sin que eso implique una represalia directa, sino con el objetivo de proteger a una industria que sostiene miles de empleos en el país.

Especialistas destacan que este tipo de medidas reflejan una dinámica conocida como política “interméstica”, donde los intereses electorales internos de ambos países influyen en sus decisiones internacionales. El endurecimiento del discurso de Sheinbaum también responde a la necesidad de sostener el respaldo social y político en medio de una relación bilateral marcada por constantes renegociaciones.

Analistas recuerdan que en ocasiones anteriores, cuando Trump amenazaba con políticas comerciales agresivas, finalmente retrocedía. Sin embargo, el contexto electoral en Estados Unidos podría modificar ese patrón, y el margen de maniobra de México podría verse más limitado.

Por el momento, se mantiene la expectativa sobre las negociaciones, y el gobierno mexicano ha reiterado su intención de defender el empleo y la estabilidad de la industria sin escalar el conflicto. La presunción de que la medida puede revertirse persiste, pero el escenario político impone nuevas tensiones.